13 de noviembre de 2017

Libro vs. Película: Harry Potter y la cámara secreta


Justo un año después de publicar La Piedra Filosofal, en 1998, J.K. Rowling complace a sus seguidores con la segunda entrega de Harry Potter; y lo mismo pasa con su adaptación cinematográfica: Chris Colombus, un año después de traer la primera historia de nuestro héroe mágico a la gran pantalla, en 2002 estrena La Cámara de los Secretos.


Esta segunda parte comienza justo después, casi inmediatamente, del término de La Piedra Filosofal; Harry pasa el verano en la casa de sus tíos, siendo maltratado, como siempre. Un día, de repente, recibe la visita inesperada de Dobby, un elfo doméstico, que le advierte que Hogwarts corre peligro y que Harry no debería volver a estudiar ahí. Sin explicarle un porqué, Dobby le hace la vida imposible al chico solo para evitar que vaya al sitio en donde se siente a gusto y en casa.

Pero, como siempre, la suerte está del lado de Harry: su mejor amigo, Ron Weasley, y sus hermanos de mala conducta, Fred y George, lo rescatan de las garras de sus tíos en un carro encantado que vuela para llevarlo a su casa por el resto del verano y así poder regresar a Hogwarts.

Al comienzo del libro todos estos sucesos tardan un poco en desarrollarse para poder moldear la historia en base al primer libro; en la película muestran solo necesario, enfocándose en elementos nuevos que involucran el mundo mágico, como el carro volador, o los polvos flu.  Aun así, la película omite ciertas cosas que en el libro están más desarrolladas y toman una gran importancia en la historia, como el trabajo del papá de Ron, Arthur Weasley, en el ministerio, en el departamento contra el uso incorrecto de los objetos muggles, el cual protagoniza una rivalidad intensa entre la familia Weasley y la familia Malfoy.

En el libro, cuando Harry viaja por primera vez usando los polvos flu, para llegar a Flourish & Blotts, específicamente al callejón Diagon, a comprar sus libros nuevos, este tiene problemas y acaba en el lugar incorrecto: el callejón Knockturn. Allí, dentro de una tienda de mala muerte presencia la visita de Lucius Malfoy y su hijo, Draco, intentando vender unos extraños artefactos. En la película, Harry igualmente termina en el lugar equivocado, pero sale inmediatamente de la tienda y se consigue a Hagrid, quien lo saca de allí y lo reúne nuevamente con los Weasley (esto también pasa en el libro).

Lo último mencionado, que omite la película, hace que la rivalidad Malfoy–Weasley  pierda fuerza en la adaptación, pero también es una movida inteligente para enfocarse en muchos otros aspectos oscuros en la historia.

Gilderoy Lockhart, reconocido escritor ególatra dentro del mundo mágico, es introducido en una librería, mientras hacia una firma de libros. Este es el personaje más tedioso del libro, incluso más que Peeves, el fantasma fastidioso. Dentro de la librería, Lockhart hace el anuncio de que él será el nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras en Hogwarts; en la película, Gilderoy reserva ese anuncio para el primer día de clases. Un simple cambio menor.

El elemento más importante del libro: La Cámara de los Secretos; fue construida por Salazar Slytherin, miembro de los 4 fundadores de Hogwarts (Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin). El origen de esta cámara es contado, en el libro, por el profesor Binns, un fantasma que da historia de la magia en el colegio, lo cual tiene mucho sentido, ya que él tiene años, quizás siglos, enseñando en Hogwarts. En la película esta historia es contada por la profesora McGonagall en su clase de transformaciones. Otro cambio menor.

La historia general se centra mucho en la discriminación y racismo por parte de los magos de sangre pura hacia los sangre sucia (magos con sangre muggle). Los sucesos son más oscuros, más sangrientos, más maduros. Todo el tema de la cámara y el heredero de Slytherin (la única persona que puede abrir la cámara), traen una ola de terror, no solo al colegio, sino también al lector, o en su defecto, al que ve la película.

Esta adaptación es excelente; le da mucha personalidad a los personajes y sus relaciones, también hace lo mismo a todo el mundo que rodea a Hogwarts. Tanto La Piedra Filosofal como La Cámara de los Secretos son lo mismo del libro a la película; tienen la misma esencia y están muy bien organizadas cinematográficamente. Si quieres ver el análisis de la primera entrega, puedes hacerlo aquí (enlace).

“Son nuestras elecciones, Harry, las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades”. –Albus Dumbledore 

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