Titulado “El Maestro del Terror”, Stephen King ha escrito
más de 40 novelas e innumerables relatos. Al comienzo era un profesor de
literatura inglesa y trabajaba medio tiempo en una lavandería, hasta que una
adolescente con problemas sociales y con indicios de telequinesia llegó a su
vida, su nombre era Carietta “Carrie” White. Gracias a varios golpes de suerte,
King se convirtió en uno de los más importantes escritores americanos; y aún
sigue teniendo ese título.
Luego de escribir varias novelas, y de combatir con el
alcohol y las drogas, Stephen se dio cuenta de que nunca había escrito un libro
sobre el oficio de escribir, por eso decidió plasmar en unas cuantas páginas
todas las experiencias que lo convirtieron en escritor y que a partir de ellas
surgieron personajes e historias inolvidables. El libro en cuestión lleva como
nombre Mientras escribo (On Writting en inglés), y entre sus
líneas se encuentran varios consejos propios del señor King que le servirán a
quien quiera dedicarse al oficio de escribir.
Aquí dejaré unos, pero en el libro hay miles, y por eso
lo recomiendo muchísimo a aquellos
que estén interesados.
1- La primera impresión: Al comenzar a escribir Carrie,
a Stephen King no le gustó para nada lo que había hecho, lo detestaba. Solo
escribió unas 4 páginas sobre una niña colapsando en el baño de la escuela al
tener su primera menstruación; estas páginas las tiró a la basura, hasta que su
esposa Tabitha las rescató y le exigió a King que terminara de escribir la
historia de la niña. De no haber sido por eso, su carrera como escritor nunca
hubiese ocurrido.
La lección que Stephen sacó de esto
es que la primera impresión del escritor no siempre suele ser tan buena como la
del lector. A veces eso suele detener a los escritores y dejan sus proyectos a
medias. King aconseja a no dejarse llevar por malos pensamientos que impidan a
la imaginación trabajar; así que no te preocupes si tu historia no te gusta,
probablemente a alguien más sí, así que escribe pensando en esa persona. Como
dice King: “A veces se tiene la sensación
de estar acumulando mierda, y al final sale algo bueno”.
2- Vocabulario: Stephen aconseja armar una caja de herramientas como escritor, y que al
menos tenga unos 4 niveles, y que en el primer nivel esté la herramienta del
vocabulario. El vocabulario es muy importante, básicamente está conformado por
la cantidad de palabras que guardas en tu cabeza. Hay escritores que tienen un
vocabulario excesivamente largo, exponiendo tantas palabras que a veces la
historia comienza a ser aburrida e incluso confusa. Hay otros, sin embargo, que
tienen un vocabulario preciso y corto, y este es el que Stephen King recomienda
usar.
La idea es tener el vocabulario
exacto para describir lo que sea que tengas en la mente, y no preocuparte mucho
por llenarlo de palabras meticulosas y largas por miedo a usar las normales y
cotidianas.
3- Gramática: Me da risa, porque en este punto del libro Stephen King dice que no se
asusten por la gramática, que esto no es la universidad y no tienen que
preocuparse porque en algún momento la reprobaron. La gramática es esencial
para el escritor y debe ir acompañada del vocabulario en el primer nivel de la
caja de herramientas.
King afirma que esta no se aprende
quemándose las cejas estudiando, sino que desarrolla por sí misma leyendo y
oyendo; aunque esto no quiere decir que desperdiciarás eso que aprendiste en
clases, guarda un poco de esos conocimientos y en el futuro te serán de mucha
ayuda.
4- Leer: Para
ser un escritor se deben tener 2 requisitos: leer mucho y escribir mucho.
Stephen dice que no hay manera de zafarse de esos requisitos. Leer es muy
importante, además de cultivar el vocabulario y la gramática, ayuda al lector a
dejar que su imaginación se desarrolle. Stephen dice que es un lector lento,
pero que en un año puede leer hasta 80 libros. Lo importante no es leer por
oficio, sino por gusto. Y debes leer tanto libros buenos como libros malos.
5- La fórmula secreta: King tiene el siguiente hábito: escribir 10 páginas al día, es decir, 2.000
palabras; en tres meses serían 180.000 palabras, lo cual es suficiente para un
libro, serían 900 páginas. Esa es su fórmula personal, la que él le propone al
escritor iniciado es ponerse una meta diaria, toda la semana, y a esa semana
dedicar un día al descanso; durante cada día debes escribir máximo 1.000
palabras.
Mientras escribes esas palabras, la
puerta del lugar en donde lo haces debe estar cerrada, no debe haber teléfono
en la habitación ni nada que te distraiga. Adicional a eso propone poner música
a todo volumen para aislarse por completo del mundo exterior; la favorita de él
es música pesada como AC/DC, Metallica o Guns’n Roses. Del resto solo necesitaras tu imaginación.
6- ¿Qué escribir?: Qué difícil es leer esa pregunta y planteársela. Sin embargo Stephen King
la responde de la manera más sencilla posible: “Escribe lo que quieras”. Narra tus experiencias en la vida, en el
amor, en el trabajo; literalmente lo que tú quieras siempre que te sientas a
gusto haciéndolo. Simplemente escoge un tema y pon esos dedos a trabajar.
7- Escribe a puerta cerrada, luego a puerta abierta: ¿Cómo es esto? Simple. Cuando
escribas, no le digas a nadie lo que estás escribiendo, hazlo para ti, a puerta
cerrada. Tu historia, libro o cuento corto debe ser leído primero por ti, luego
de eso lo tendrás que corregir para que la historia agarre más forma hasta que
creas que es hora de que alguien más lo lea.
Abre la puerta de tu estudio y dale
tu historia a la persona que más quieras o a la que le tengas más confianza;
Stephen le llama a estas personas Lectores
Ideales, y opina que cada escritor debe tener uno, en su caso es su esposa,
Tabby. Esa persona leerá tu historia y te dirá si le gustó o no, o que le gusto
pero opina que tal parte puede ser de otra manera.
Los Lectores Ideales a veces no son solo una persona, pueden ser varias
si tú lo deseas, simplemente escoge a los que creas que le gusta lo que
escribes.
Como mencioné más arriba, estos son solo unos cuantos
consejos de los miles que el aclamado escritor propone en su libro, espero que
te sirvan a ti, escritor. Si te preguntas cuales son los otros niveles de la
caja de herramientas o cómo superó sus adicciones, lee el libro, te servirá
mucho. Deja fluir tus ideas. Recuerda escribir por gusto y no por obligación.
“Escribir no es cuestión de ganar dinero, hacerse famoso,
ligar mucho ni hacer amistades. (…) Es levantarse, recuperarse y superar lo
malo. Ser feliz, vaya. Ser feliz”. –Stephen King
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