Luego de los sucesos ocurridos en el Episodio VII, seguimos la historia de Rey, en busca de respuestas y guía del último Jedi con vida en toda la galaxia: el legendario Luke Skywalker. Mientras Rey desarrolla sus habilidades e intenta convencer a Luke de regresar a la guerra, la Primera Orden ataca a la Alianza Rebelde con todo lo que tiene, poniendo en riesgo a esta. Es el trabajo de Leia, Finn y Poe sobrevivir para salvar a la galaxia de las garras del Líder Supremo Snoke y de su hostil aprendiz: Kylo Ren.
Regresamos a la galaxia con una nueva historia traída directamente de la mano de Rian Johnson (Looper, Breaking Bad), quien se encargó de dirigir y escribir esta película. Su estilo de dirección es claramente diferente al de J.J. Abrams, dándonos un poco de variedad en la saga. El guion que nos muestra está muy bien estructurado, presentando un gran conflicto general sin desviarse de él, lo cual es bueno, ya que tenemos 2 horas y 32 minutos para ver su desarrollo.
Sin embargo, dicho guion tiene varios huecos que aunque me hagan ruido no perjudican la experiencia de la película, la cual es probablemente la mejor después de Empire Strikes Back.
La historia presentada está muy bien centrada, como dije, en un solo conflicto, y de ahí salen diferentes líneas históricas que no se desvían de él. Cada personaje tiene un buen desarrollo y muchos logran la madurez necesaria para continuar con la saga. Esta es una película de estrategia de guerra, lo cual es diferente a lo que siempre se ha hecho en la saga, y eso es interesante (y bueno).
Se abarca bien el tema de los Jedi y la Fuerza, desarrollando a profundidad los personajes de Rey (Daisy Ridley) y Kylo Ren (Adam Driver), y presentando una nueva visión de Luke (Mark Hamill), quien atribuye un conflicto interno único en la película, convirtiéndolo en el personaje central de esta.
También se hace un buen desarrollo en los personajes de Finn (John Boyega) y Poe Dameron (Oscar Isaac), mostrando más de ellos, sin minimizarlos por no ser personajes que manejen la Fuerza. Leia Organa también recibe su bien merecido desarrollo en la película, y con eso le decimos un adiós difícil a la gran Carrie Fisher. Les decimos “hola” a nuevos personajes y también muy buenos y viejos amigos (pero tranquilos, spoilers aquí no encontrarán…).
La película tiene una buena dosis de acción y mucha mas comedia de lo que esperaba. Se cierran muchos cabos sueltos y hace conclusión a un buen capitulo. Pero así como hace esto, abre nuevas dudas, dejándole el paso al Episodio IX.
Sin duda alguna esta es una película diferente para la saga, y esa es la palabra que escucharán en todos lados, en todas las críticas, no solo por su historia, sino por su guion, dirección, producción y trabajo de edición. Dichos elementos atribuyen una buena vibra que llega de la pantalla a los ojos y corazón de la audiencia. Como dije antes, esta es, probablemente, la mejor película de Star Wars después de Empire Strikes Back (Episodio V).
El Episodio IX, el cual no tiene titulo aun, estará bajo la dirección de J.J. Abrams y se espera que se estrene a finales de 2019. Aun así, este no es el final de Rian Johnson con la mítica saga; se espera que Johnson escriba y dirija una nueva trilogía original para la franquicia, totalmente alejada de la Saga Skywalker. Y para no sentirnos vacios y aburridos mientras esperamos el Episodio IX, en 2018 tendremos el spin-off basado en la historia de Han Solo, traído de la mano de Ron Howard.
“I only know one truth. It’s time for the Jedi… to end”. –Luke Skywalker
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